Una
vulnerabilidad detectada en las versiones anteriores a la versión 4.3 de
Android permite el "secuestro" del instalador de Android. Esto
implica que un atacante puede modificar cualquier aplicación que considere
desde su versión legítima de "Google Play" por otra con malware.
Esto
afecta a aplicaciones que son externas, descargadas de fuera de "Google
Play".
Se
recomienda la actualización de los parches de seguridad que solventan esta
vulnerabilidad ya presentados por Android.
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